Con Joe Biden presidente y Kamala Harris vicepresidenta, las familias obreras no sólo contarán con aliados en la Casa Blanca sino con una administración que será mucho más amigable que la administración de Trump.
El secretario de trabajo en la administración de Biden sin lugar a duda será un representante de los intereses de los trabajadores en el país como nunca lo fue el actual secretario, Eugene Scalia. El próximo secretario de trabajo influirá en las vidas de los trabajadores estadounidenses desde una administración enfocada en proteger, empoderar y expandir los derechos de las familias obreras.
Entre los potenciales candidatos para secretario de trabajo hay uno con antecedentes muy fuertes en pro del movimiento laboral: Marty Walsh, alcalde de Boston.
AFSCME y demás uniones, incluyendo la Federación Americana de Maestros, respaldan a Walsh. Richard Trumka, presidente de la AFL-CIO, también ha expresado apoyo por Walsh.
“Marty se formó en el movimiento laboral. Es miembro sindical con experiencia ejecutiva administrando una ciudad grande”, dijo el Presidente de AFSCME Lee Saunders. “No cabe duda de que sería un luchador apasionado y de alto perfil por los derechos laborales y es por ello que AFSCME lo respalda para ser el próximo secretario de trabajo”.
Walsh presentó un discurso en la 43ª Convención Internacional de AFSCME, realizada en Boston en 2018. En esa ocasión, tan sólo unos meses después de la decisión del Tribunal Supremo en Janus v. AFSCME Council 31, hizo un llamado por la unidad y en contra de las divisiones en nuestro país.
“Estamos viviendo una guerra contra la gente obrera, contra nuestras familias y nuestras comunidades que divide a los trabajadores estadounidenses unos contra otros de todas las maneras posibles”, dijo Walsh en su discurso. “Juntos, tenemos el poder de rechazar la inequidad y la división. Estoy con ustedes cada paso del camino”.
Walsh siguió el ejemplo de su padre cuando fue obrero calificado, uniéndose a la Local 223 de la unión Boston’s Laborers. Más tarde, de 2011 a 2013, lideró el Building and Construction Trades Council en Boston. Fue elegido alcalde de la ciudad en 2013 y reelegido en 2017.