Después de casi un año de duras negociaciones con su empleador, una coalición de 3,000 trabajadores de primera línea de la Cruz Roja de Estados Unidos ratificó un contrato de dos años que les garantiza aumentos salariales históricos del 9% y un bono de ratificación de hasta $1,715 para empleados de tiempo completo.
El contrato, que cubre a miembros de AFSCME y de uniones aliadas en todo el país, aborda problemas de seguridad en el lugar de trabajo, incluyendo falta de dotación de personal que ha puesto a los trabajadores de primera línea y a los donantes de sangre en riesgo. Además, el acuerdo, ratificado la semana pasada por una mayoría de las uniones, previene recortes drásticos al cuidado de salud de los empleados.
Desde que empezó la pandemia del coronavirus, trabajadores de la Cruz Roja de primera línea se han puesto a sí mismos en riesgo para mantener la dotación de sangre de nuestro país. A veces no recibieron el equipo de protección personal adecuado y cuando fueron expuestos al COVID en sus lugares de trabajo, algunos se vieron forzados a quedarse en casa sin paga.
En vez de colaborar con los trabajadores para mejorar las condiciones laborales, durante las negociaciones los ejecutivos de la Cruz Roja insistieron en forzar a los empleados a aceptar planes de salud con altos deducibles que hubieran aumentado las primas y los gastos de bolsillo para estos trabajadores. Este trato hacia el personal, según los trabajadores, estaba causando un éxodo de personal capacitado, lo cual estaba perjudicando el suministro sanguíneo de la nación.
Para cambiar las condiciones en sus lugares de trabajo y proteger a sus comunidades, los trabajadores se manifestaron juntos a través de sus uniones y pidieron respeto de su empleador. Se movilizaron en sus lugares de trabajo y comunidades, lanzando una campaña que resultó en 10,000 cartas enviadas de personas en todo el país a los ejecutivos de la Cruz Roja, pidiendo un contrato justo.
Realizaron manifestaciones y conferencias de prensa en varias ciudades, incluyendo Washington; Lansing, Michigan; Peoria, Illinois; Hartford, Connecticut; Pomona, California; y San Diego. Gracias a sus esfuerzos, 47 miembros del Congreso que representan a estos estados y otros contactaron a los líderes de la Cruz Roja y a las uniones del personal de primera línea para instar una resolución pronta a las negociaciones de contrato y que se trate con respeto a los trabajadores.