Día tras día y año tras año, trabajadores del servicio público comprueban que harán lo que sea necesario para fortalecer y proteger sus comunidades. Y nunca tanto como en los últimos dos años en que hemos enfrentado un peligroso virus que ha matado a casi un millón de personas en los Estados Unidos, incluyendo a demasiados miembros de AFSCME.
Esta semana fue el Día de Conmemoración de los Obreros Caídos, cuando honramos a quienes han dado sus vidas durante el cumplimiento de sus trabajos, un sacrificio que nadie debería de tener que hacer. Todos los días renovamos nuestro compromiso con la lucha por mejorar la seguridad en nuestros lugares de trabajo.
Nunca podemos dejar de movilizarnos alrededor de estos temas de vida o muerte. Debemos pedir una voz en el trabajo para poder negociar mejores condiciones laborales que nos permitan servir a nuestras comunidades sin enfrentar peligros mortales. Debemos luchar por protecciones laborales permanentes para evitar el contagio de enfermedades infecciosas, la violencia laboral y la enfermedad por calor.
Cuando hay una crisis (especialmente cuando hay una crisis) los miembros de AFSCME actúan sin temor. Peleamos en el frente sin pensarlo dos veces. Pero no nos deberíamos ver forzados a hacer nuestros trabajos sin el equipo de protección personal adecuado, o sin una ventilación adecuada o sin un lugar en la mesa en que se toman las decisiones sobre la seguridad laboral.
Por favor toma un momento para recordar a quienes han fallecido en el cumplimiento de su deber. Y nunca dejes de luchar por prevenir lesiones o enfermedades mortales en el lugar de trabajo. Nadie debe de poner en peligro su vida para ganarse la vida.