Una nueva ley de Texas – estado que actualmente experimenta uno de sus veranos más calurosos – pronto hará ilegal que las ciudades y condados obliguen a los empleadores a otorgarles descansos y otras protecciones a los trabajadores, incluyendo descansos para tomar agua para los trabajadores de la construcción.
Sin duda dicha ley, conocida como la propuesta “Death Star”, tendrá consecuencias mortales. Tan sólo este año, un empleado del servicio postal de los Estados Unidos murió durante su ruta postal en Dallas bajo temperaturas de 115 grados Fahrenheit y un operario de cables eléctricos en Harrison County, Texas, probablemente murió de agotamiento por calor, según una carta de miembros del Congreso a funcionarios de la administración Biden.
Es por ello que miembros de la Local 1624 de AFSCME se trasladaron de Texas a Washington para participar en una vigilia y huelga de sed realizada el martes en los escalones del Capitolio de los Estados Unidos. Apoyaron al congresista por Texas Greg Casar, quien es miembro de AFSCME, durante su huelga de hambre y sed a lo largo del día y se mantuvieron a la intemperie expuestos al sol para protestar la crueldad de la nueva ley.
Los miembros de AFSCME insistieron en que el gobierno federal actúe rápidamente para proteger a los trabajadores de Texas de los peligros del calor. Hicieron un llamado a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), la agencia federal a cargo de proteger a los trabajadores en sus lugares de trabajo, a que se movilice para crear una norma laboral por calor que incluya periodos de descanso adecuados y descansos para tomar agua. También hicieron un llamado al Congreso para que apruebe una ley que acelere la creación de dicha norma.
“El trabajar no debería ser condena de muerte”, dijo Ben Suddaby, especialista en operaciones para el Condado de Travis, Texas, y presidente de la Local 1624. “Sin agua no hay vida y sin trabajadores no se cumple nada. … Necesitamos protecciones federales ahora”.
Miembros de la Local 1624 trabajan para la Ciudad de Austin y el Condado de Travis. Además de Suddaby, viajaron a Washington Sarah Campbell, arborista, y Tony Ponder, agente de aeropuerto, ambos de la Ciudad de Austin. Además de apoyar la huelga, se reunieron con personal del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado (HELP, por sus siglas en inglés), presidido por el Senador Bernie Sanders de Vermont, y con personal del Comité de Educación y Fuerza Laboral de la Cámara de Representantes para abogar por normas laborales federales por calor.
El Presidente de AFSCME Lee Saunders asistió a la huelga para mostrar su apoyo, al igual que varios miembros del Congreso, incluyendo el Líder de la Minoría Hakeem Jeffries, de Nueva York; los congresistas por Texas Sylvia Garcia, Al Green y Joaquin Castro; y los congresistas por California Katie Porter y Ro Khanna.
También participaron Jasmine Granillo, la hermana de Roendy Granillo, trabajador de la construcción que murió de insolación a los 25 años en Dallas en 2015 luego de que se le negó un descanso para tomar agua, y la legendaria líder laboral y activista de derechos civiles Dolores Huerta, quien pidió un fin “a las políticas fascistas [del Gobernador Greg Abbott] contra el pueblo de Texas”.
“Cruel”, “salvaje” e “inhumana” fueron algunas de las palabras usadas durante la huelga para describir la nueva ley de Texas, la cual entra en vigor el 1 de septiembre. La ley les prohíbe a ciudades y condados aprobar nuevas normas (y revoca normas vigentes) que vayan más allá de la ley estatal en áreas como trabajo y agricultura. Puesto que no existe una ley estatal en Texas que proteja a los trabajadores de temperaturas extremas sin descansos para tomar agua, las ordenanzas municipales que lo hacen se volverán ilegales.
En 2010, Casar tenía 21 años y era activista cuando participó en una huelga de sed afuera del ayuntamiento de Austin para pedir descansos para tomar agua para los trabajadores. La ciudad aprobó dichas protecciones ese mismo año. Ordenanzas municipales que logran el mismo objetivo en Dallas y San Antonio también desaparecerán a menos de que la administración Biden tome acción.
“En el mes más caluroso de la historia de Texas, los supuestos líderes encomendados por nosotros para actuar por nuestro bien … les han quitado a los trabajadores el derecho a descansar para tomar agua”, Casar dijo el martes. “Lo que no saben es que eso no nos va a inmovilizar. Hoy estamos aquí para mostrarles que nunca lograrán ponerle fin al movimiento de los trabajadores”.