Muchas proveedoras de cuidado infantil en Pensilvania les brindan servicios a familias de bajos recursos y a cambio reciben subsidios del gobierno estatal. Estos pagos se los hace el estado a las proveedoras a través de una tercera entidad. Hasta ahora.
Después de que el estado de Pensilvania cambiara de compañía distribuidora de pagos en el verano, las proveedoras de cuidado infantil en el área de Filadelfia no han recibido pagos por sus servicios. Para septiembre, la distribuidora responsable, Caring People Alliance, aún no les había enviado los pagos de junio a 150 proveedoras.
Los resultados han sido devastadores. Muchas proveedoras no han podido hacer ciertos gastos y sus calificaciones crediticias se han visto afectadas, han tenido que pagar recargos por retraso y han perdido personal debido a su incapacidad de pagar sueldos. Algunas han tenido que cerrar sus puertas, perjudicando a familias que dependen de estos servicios para su propio bienestar y su capacidad de mantenerse empleadas.
En una conferencia de prensa en Filadelfia el miércoles, miembros de Proveedoras de Cuidado Infantil Unidas —Child Care Providers United – Pennsylvania (CCPU-PA/AFSCME)— expresaron enojo e incredulidad ante una situación que ningún trabajador debiera sufrir. Muchas proveedoras de cuidado infantil son dueñas de pequeñas empresas que dependen de pagos puntuales para poder brindar sus servicios y mantener sus puertas abiertas mes a mes.
“Yo no sé de nadie en ningún trabajo que seguiría trabajando sin que le pagaran, o que no recibiría su nómina en primer lugar”, dijo Henrietta Henry, una proveedora que se vio forzada a cerrar sus puertas. “Y sin embargo como proveedoras de cuidado infantil, se nos pide que nos sacrifiquemos y brindemos servicios críticos gratis. Me siento irrespetada, furiosa y destrozada con los resultados de esta situación”.
Dez Shields, proveedora de cuidado infantil y dueña del GLAD Center en Filadelfia, dijo que se ha esforzado en los últimos dos meses para llegar a fin de mes, pero finalmente ha alcanzado un punto en que ya no puede seguir adelante sin el dinero que se le debe.
“Debido a que no me han pagado, he tenido que depender de otros para ayudarme, y en este momento ya he agotado todos los recursos y necesito mi pago los más pronto posible para seguir brindando servicios a mi comunidad”, dijo.
Las proveedoras enfatizaron la necesidad de un constante diálogo formal entre su unión y el estado para mejorar los procesos de paga y la rendición de cuentas del distribuidor, estabilizar la infraestructura de distribuidores de la mancomunidad y garantizar la buena comunicación para abordar problemas antes de que se conviertan en crisis.
CCPU-PA también está explorando una acción legal para resolver estos problemas.