Cuando Velicia Tucker empezó a trabajar para la Ciudad de Alexandria, Virginia, hace 25 años, su padre, jubilado del Servicio Postal de los Estados Unidos después de una carrera de 30 años, la motivó a unirse a AFSCME.
Tucker siguió su consejo y ha sido miembro de AFSCME desde entonces. A lo largo de su carrera con el Departamento de Tecnología Informática de la ciudad, en donde se especializa en facturación de telecomunicaciones y sistemas de contabilidad, Tucker ha podido experimentar el poder de la diferencia sindical en muchos aspectos de su vida. Ese poder se ha incrementado recientemente luego de que muchos trabajadores en Virginia ganaran el derecho de negociar colectivamente y la fuerza de AFSCME haya crecido en ese estado.
Entre las muchas razones por las que Tucker valora a su unión es contar con alguien que la represente en su lugar de trabajo.
“Yo siempre expreso lo que pienso”, dice Tucker, miembro de la Local 3001 (Concilio Distrital 20), “pero tener un representante ahí para luchar por ti es importante. Se trata de tener una mediación y representación justas. Se trata de luchar por los derechos de los empleados de tener una voz en sus lugares de trabajo; luchar por un pago justo, condiciones laborales buenas, buenos beneficios, procesos disciplinarios justos y un arbitraje vinculante”.
Otros beneficios que Tucker aprecia incluyen AFSCME Free College y descuentos exclusivos en la renta de autos, parques de diversión y más.
Para los que no se han decidido ser parte de una unión, dice Tucker, “Yo les diría que deben educarse y hablar con otros miembros sobre sus experiencias y cómo la unión les puede ayudar a ellos y a sus familias en el futuro”.