Durante dos semanas, miembros de United Auto Workers (UAW) han estado en huelga en contra de las tres grandes compañías de automóviles – Ford, General Motors y Stellantis. Sus demandas incluyen importantes aumentos salariales, la restitución de protecciones por costo de vida, el fin a un sistema dual de salarios y beneficios, y seguridad laboral durante la transición a vehículos eléctricos.
El martes de esta semana, recibieron una fuerte muestra de apoyo de nadie menos que el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Vistiendo una cachucha de UAW y hablando por un megáfono, Biden les dijo a los trabajadores que “ustedes se merecen el gran aumento salarial que necesitan” y los instó a “seguir adelante”. Dijo que la UAW “salvó a la industria automotriz en 2008”, durante la Gran Recesión, y que los trabajadores hicieron muchos sacrificios.
“Ustedes renunciaron a muchas cosas. Y las compañías estaban en problemas”, dijo Biden. “Ahora les va increíblemente bien y, ¿qué creen? A ustedes también les debería ir increíblemente bien”.
AFSCME apoya fuertemente a los trabajadores de UAW. El viernes pasado, cuando la huelga se expandió a 38 lugares en 20 estados, el Presidente de AFSCME, Lee Saunders, emitió una declaración de prensa en la que afirmó que “los trabajadores de UAW que están en huelga representan a toda la gente obrera”.
“Durante décadas, la avaricia corporativa ha motivado a los multimillonarios a quitarles más y más a los trabajadores estadounidenses”, Saunders dijo. “Nunca es suficiente para ellos y estamos hartos… . Es por ello que apoyamos a UAW en esta lucha, y seguiremos a su lado hasta que reciban la dignidad y el respeto que se merecen”.
La muestra de apoyo de Biden como presidente en ejercicio no tiene comparación alguna en tiempos modernos, según historiadores. Ni siquiera presidentes solidarios a las uniones laborales, como lo fueron Franklin Delano Roosevelt y Harry Truman, fueron alguna vez a acompañar a trabajadores durante una huelga.